lunes, 14 de diciembre de 2015

- Cincuentonas, cincuentañeras y más

Somos un grupo de mujeres, activas, seguras de nosotras mismas. Algunas solteras,otras casadas, o separadas, al igual que todo el mundo, con mochila, en la que hay, preocupaciones, cargas familiares, problemas, negocios etc.
Las mujeres cincuentañeras de los años 60, quizás no tenían tanta vida social como la que tenemos ahora, quizás sea por qué no había tanta expectativa en actividades fuera del hogar y trabajo.

Tenemos los 50 y más, es como un puente en la vida.


De los 40 a los 50 disparamos los últimos cartuchos de juventud, la sangre nos hierve, antes de que nos empiecen a llamar de "usted", palabra que cuesta acostumbrarnos al oírla dirigida a nosotras.
Nos seguimos sintiendo jóvenes, hermosas, atractivas, seductoras e incluso sexys.  Puede que en una fase, como un parón en el camino, quizás coincida con el inicio de la etapa de la menopausia, nos sintamos incómodas con nosotras mismas, cambios físicos, emocionales y psicológicos,  puede que incluso, transparentes o ignoradas, pero es sólo un impás , que remontamos con ganas y fuerza, con ayudas eficaces, tenemos muchas cosas que hacer aún.

Nos volvemos a sentir con ganas de arreglarnos, estar radiantes, cada una a su manera, llenamos espacio con nuestra presencia.
Hemos superado la  etapa de criar hijos, ya son adolescentes o adultos, llegan los nietos en nuestro camino.

El riesgo de embarazo ya se esfuma, tenemos arrugas, pelo blanco, quizás algo más de peso, pero con naturalidad y algún tratamiento, seguimos adelante. No perdemos ni estilo ni personalidad.
Tenemos muchas vivencias y experiencias encima, tareas del hogar, quizás practicamos algún deporte, o vamos al gimnasio, o puede que nos apetezca alguna clase de idiomas, de manualidades o navegar en las redes sociales, baile, etc.
Puede que demos más importancia al bienestar que al lujo, a la buena compañía aunque disminuyen los requisitos físicos. Seguimos teniendo deseo sexual, eso no caduca, hay cambios, sensaciones, diferencias, pero perdura vivo.
Nos importa menos el que dirán, y aparentamos tal cuál somos, bien en actitud, carácter etc.
Sabemos lo que no queremos, estamos capacitadas de reirnos de nosotras mismas si cabe, tenemos que buscar el lado gracioso a todo lo que podamos, la risa aumenta la capacidad de ser feliz.

La vida empieza a los 50, lo anterior era sólo práctica.